México, entre las naciones, es un país que ha crecido con la influencia de factores internos y externos, sumados a las riquezas naturales que tiene. La población de grupos prehispánicos y tradiciones, la ubicación del territorio localizado en un punto estratégico de influencias anglosajonas y latinas, la colonización española, la imposición de la religión y la mezcla de distintas razas; todo ello más el padecimiento de guerras y revoluciones, desastres naturales, y otros inconvenientes de los cuales siempre se ha levantado victoriosamente han dado como resultado la unidad de su gente y el entusiasmo por seguir adelante.
Todo coloca a México como un lugar del mapa elegido por muchos para visitar. México posee historia, no solamente apreciable en los libros, tiene la fortuna de contar todavía con huellas palpables. Pirámides y sitios arqueológicos, cenotes, áreas naturales protegidas, catedrales, iglesias, pueblos mágicos y perdidos en el tiempo, desiertos, pinturas rupestres, grutas, lagunas, volcanes, valles, montañas por nombrar algunas y podría seguir enumerando las riquezas de este país. Sin embargo, quiero ubicar al lector en la posesión más importante de México: Su gente.
Gente trabajadora, comprometida con su familia, personas con valores y actitud positiva dentro de un mundo de retos; gente fiel, sincera, hospitalaria, con sentido del humor, folclor y amabilidad. Todo esto se nota. Los mexicanos en el extranjero nos reconocemos por nuestra sonrisa.
[two_first] ¿Qué sucede en la península de Baja California Sur? Es un lugar remoto en donde se establecieron las tribus de los pericúes, cochimies y guaycuras quienes eran también hospitalarios. Ahora somos, además, una franja fronteriza que incluso tiene regulaciones diferentes al interior del país. De hecho, la lejanía del centro de la república nos hace parecer más una isla.[/two_first][two_second]
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En 1710, los pericués suministraban alimento a los hambrientos corsarios ingleses cuando llegaban al Puerto Seguro, ahora Playa El Médano en Cabo San Lucas, mientras esperaban para interceptar a los galeones españoles. Esa amabilidad, distintiva entre otras etnias, es parte de lo que Los Cabos era entonces y todavía. Gente pacífica y amable.
Los Cabos es un lugar compuesto por su gente nativa, grupos del interior del país y gente del extranjero, mayormente estadounidenses y canadienses. Incluso en el siglo XX se establecieron comunidades de franceses para explotar la mina del Boleo en Santa Rosalía, al norte del Estado. Los Cabos se ha poblado con diversos colonos de todo tipo de nacionalidades, ya sea con fines de placer o de negocios. La hospitalidad de su población ha permitido que los recién llegados a esta península puedan establecer su hogar, temporal o permanente.
[two_first][/two_first][two_second] Qué tan cierta será la hospitalidad de Los Cabos que, por más de 10,000 años, ha protegido a las ballenas para que den a luz a sus ballenatos en las aguas sudcalifornianas ¡Y por ello las ballenas siguen regresando, sin mencionar todas las especies marinas de las que somos custodios!
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Estas tierras sudcalifornianas que antes eran para el abastecimiento de barcos, puertos comerciales y minería, ahora son conocidas y famosas por sus actividades de pesca, golf, spas y cultura culinaria. Destino en el mar y desierto que se ha enfocado en la prestación de diversos servicios necesarios para que los visitantes puedan tener una experiencia incomparable. Poco a poco se ha ido avanzando y la iniciativa privada ha logrado concretar proyectos como escuelas, hospitales, plazas comerciales, marinas, esparcimiento, hoteles y desarrollos de vivienda.
Las personas que prestan estos servicios están comprometidas con su trabajo, agradecidas de vivir en este lugar, y con el entusiasmo para que este destino continúe siendo de los favoritos para viajar.
El surgimiento de nuevos hoteles y desarrollos nos da la oportunidad de mostrar al mundo nuestra hospitalidad que logrará que se sienta como en casa cuando visite Los Cabos.