Vida de mar en San Juanico
Llegamos a San Juanico a las ocho de la noche. Después de recorrer buena parte de la península de Baja California Sur, nos encontrábamos ante un pueblo de 300 habitantes cuya principal fuente de sustento es, además de la pesca, el turismo que recibe por tener la ola más larga del mundo. Así como lo lees.
Para entonces el hambre volvía a aparecer. Pero no te preocupes, viajero. Hay mucha comida en cada lugar y, lo mejor de todo, esa comida es casera. Son los auténticos sabores de Baja California Sur.
El Burro en Primavera es el restaurante de Manuel Burgoin, un fotógrafo que decidió regresar a San Juanico a surfear y vivir la buena vida a unos cuantos pasos del mar. El restaurante es al aire libre, fresco, y el piso está lleno de pequeñas conchas quebradas. Las hamacas, la silla roja en forma de mano, los cuadros y el mural con los personajes de la Revolución mexicana atrapan con su encanto.
Pescado a la plancha, hamburguesas con papas fritas y tacos de camarón son algunos de los platillos que te invitan a despreocuparte y disfrutar.
Cuando terminamos de comer, regresamos al lugar donde íbamos a pasar la noche. Cowabunga Hotel tiene cinco habitaciones y toda su electricidad viene de paneles solares. ¿Los dueños? Una pareja de canadienses mejor conocidos como Mike y Chloe Patterson.
Mike construyó Cowabunga Hotel en 2013, y todavía sigue trabajando en él. Los bungalós son pequeñas casitas de cuatro por cuatro metros. Cuando sales de tu cuarto, encuentras el área comunal con mesas y baños. En la recepción hay una estufa de la década de los setenta y un garrafón de agua para que llenes tu botella.
Aunque solo puedes encontrar internet en El Burro en Primavera, con Mike y Chloe no lo necesitas. Su hospitalidad y amabilidad te hacen olvidar que estás fuera de casa, y en realidad agradeces que no haya internet. Ahora puedes dejar a un lado tu celular y hacer lo que por años hemos olvidado: convivir y platicar.
Así supimos que Mike es fanático de las carreras de motos, que eran los antiguos dueños del restaurante Del Borracho, en San Javier, y que han viajado por el mundo, pero que en San Juanico encontraron su hogar.
Al día siguiente, nuestros anfitriones nos tenían preparado café y pan de plátano recién horneado. Descalzos, vestidos con shorts, camisas y una sonrisa, Mike y Chloe nos demostraron cómo es vivir el lujo simple y, al mismo tiempo, tenerlo todo.
La ola más larga del mundo atrae a turistas de muchos países, estados y ciudades. Algunos deciden quedarse en el pueblo. A otros les gusta algo más cercano a la naturaleza y estacionan su casa rodante en un terreno que funciona como mirador frente a la playa.
Ante el mar, con tus pies sobre las pequeñas rocas volcánicas que fungen como arena, el aire fresco y las aves marinas te dan la bienvenida para que surfees.