¿Quieres conocer el detrás de la historia de un pueblo ubicado en el municipio Los Cabos? Esta es la señal que estabas esperando para visitar Santiago y poner en práctica lo que compartimos sobre este pueblo que resguarda historia sudcaliforniana.
El poblado goza de riquezas naturales que preservan la cultura y de un cálido estilo de vida en el que persisten los usos y costumbres del ranchero sudcaliforniano. Esta comunidad, también es llamada “Santiago de los Coras Aiñiní”, “Ensenada o Bahía de Las Palmas”. Se ubica 45 kilómetros al norte de San José del Cabo.
El 24 de agosto de 1721 es la fecha de fundación de la misión, por el jesuita italiano Ignacio María Nápoles y Jaime Bravo. Al principio, se le conocía como “Misión de Santa Rosa”, nombre dedicado hacia Doña Rosa de la Peña, prima del Marqués de Villapuente, pero se cambió dos veces. En 1723 se construye la primera iglesia en territorio sur de la península de Baja California y se cambia de nombre a Santiago Apóstol, con la financiación del Marqués de Villapuente de la Peña, en el asentamiento “Aiñiní” del grupo indígena pericú.
Santiago fue testigo de la primera rebelión de los pericúes en el año 1734. El padre encargado, Lorenzo Carranco, fue asesinado y la edificación saqueada. Hubo una reconstrucción que comenzó en 1734, pero la misión fue finalmente abandonada con la llegada de los misioneros dominicos en 1795.
Entrada la etapa novohispana, Santiago jugó un papel importante en la economía de la «Antigua California» e incluso después del establecimiento de la República. ¿Por qué? Por ser un sitio destacado, productor de panocha y derivados de la caña de azúcar, la cría de ganado vacuno, caballar, asnal y mular con sus derivados: carne, queso, cueros, sebo, entre otros.
Fue declarado “Pueblo Histórico”, gracias a su esencia y objetivo de reconocer, rescatar y conservar los sitios donde ocurrieron hechos que marcaron un referente en Baja California Sur.