Festival Internacional de Cine de La Toba

Una Visión Audaz e Inspiradora

Debo confesarte, Enoc Leaño, que cuando vi el programa del Festival Internacional de Cine de La Toba, me sorprendí y pensé: “¡Qué programa tan ambicioso!” Ahora que he presenciado cómo se desarrolló cada día, estoy realmente asombrada. La energía y el entusiasmo de los participantes han sido inspiradores. Desde los conversatorios y las emotivas presentaciones de libros hasta las proyecciones de cortometrajes en escuelas y los llamados Barriocinemas, incluyendo delegaciones como Puerto San Carlos y Villa Zaragoza, las actividades fueron diversas y enriquecedoras. El festival ha sido un rico tapiz de creatividad y conexión. ¡Ha sido una experiencia extraordinaria que ha dejado una huella imborrable en todos nosotros!

Me conmueve profundamente todo lo que he vivido aquí esta semana. Durante la presentación del libro “Historias fuera de la caja”, leí en el prólogo una frase que me impactó: “Si quieres entender una comunidad, tómate un café en una de sus cocinas”.

Enoc: Completamente de acuerdo. De hecho, como alguna vez te compartí, este festival no existiría si no fuera por mi mamá. Ella, que está aquí, resultó ser una gran alcahueta y, pues, tomamos mucho café.

Mi hijo también está involucrado. Actualmente está en Corea y no pudo acompañarnos a la tercera edición del Festival Internacional de Cine de La Toba. Ayer me escribió que había volado de Corea a Vietnam y está al tanto del progreso del festival. Creemos que este festival tiene un diferenciador: es sumamente emotivo; hay emociones todos los días. Es realmente extraordinario.

El Valor de las Raíces

Lo que más me ha tocado el corazón es el amor que la comunidad tiene por sus raíces. Ahora estamos en el Museo de las y los Vencedores del Desierto. ¿Cómo se concibió este museo?

Enoc: El año pasado pensé: “No tengo un museo y tenemos mucha historia, pero no tenemos un cáliz donde depositarla”. Así que decidí iniciar uno. Al fin y al cabo, ¿cómo podemos pedirles a las autoridades que construyan un museo si la primera pregunta que se harán es: «¿Para qué?». Por eso estamos creando la necesidad de ese espacio.

El año pasado, hicimos un museo en un salón pequeño, una bodega vieja de una tienda antigua. Paradójicamente, la tienda nueva se llama “Un pequeño museo” y, para nuestra sorpresa, la gente asistió, vio algunas piezas y, a la mañana siguiente, dejaron ocho piezas en la puerta, como niños abandonados, en contribución al museo. Por la tarde, llegó otra camioneta con más cosas. Por lo tanto, decidimos que este año tendríamos un espacio más grande.

El espacio en el que nos encontramos está abandonado. Un agricultor de Benito Juárez, de un pueblo cercano, me prestó una cuadrilla de hombres para limpiarlo. Este espacio tiene sus deficiencias, pero intervenimos e instalamos varias piezas que, en última instancia, conectan a las personas con su historia.

Tenemos la fortuna de que algunas de las personas que fundaron Fernando de la Toba todavía están vivas. Sus descendientes directos —hijos, nietos y bisnietos— están aquí con nosotros. Tengo profundas raíces en esta tierra; mi abuelo paterno fue un colonizador que llegó durante el auge del algodón. Mis padres se conocieron y se establecieron aquí, y yo también me he arraigado en esta comunidad. Muchos otros comparten una historia similar. Aunque nuestro museo carezca de técnicas de exhibición profesionales, está lleno de emoción y significado.

El Milagro del Mural América Mexicana

El mural es uno de los tantos milagros que crea el festival. El primer milagro fue el inicio de la construcción del campus universitario de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, que era un proyecto en pausa, y de repente cobró vida. El mural fue propuesto por Heber Sánchez, un salvadoreño que ahora es ciudadano canadiense. El proyecto es una locura: consta de 320 pinturas de 30 por 30 centímetros, la mitad realizados en Canadá y la otra mitad en Comondú.

El mural se titula «América Mexicana» y presenta un águila que simboliza la unidad de todo el continente. Cada sección del mural es obra de un artista diferente, cada una con un mensaje único. Sin embargo, al observar desde la distancia el mural completo — de aproximadamente 3 metros de alto y 7 metros de largo— se aprecia como una pieza cohesiva.

Traer las piezas desde Canadá fue complicado por los aranceles, pero logramos clasificarlas como artesanías para su envío. El arco de metal que lo sostiene se construyó en menos de 24 horas porque tuvimos que esperar a ensamblar las piezas. Ahora está colocado provisionalmente, pero mañana será trasladado a un recinto para su resguardo.

Un Festival de Voluntades y Compromiso Comunitario

Para mí, la esencia del Festival Internacional de Cine de La Toba reside en unir a la gente. Nos complace anunciar que otorgaremos $39,000 pesos en premios en efectivo, además de otros premios y reconocimientos. Tenemos numerosos compromisos y estamos casi al 100% de cumplirlos.

Enoc, dedicas tu tiempo a filmar y estrenar numerosas series y películas, y es admirable que regreses a tus raíces, a tu lugar de nacimiento, y que infundas tanta pasión en la comunidad. Eres una verdadera inspiración. En la primera entrevista, mencionaste que esta iniciativa es una guerrilla cultural, y lo corroboramos. Buscas cambiar la mentalidad de los jóvenes, acercándoles oportunidades en la escritura, el desarrollo de guiones y la creación de documentales. Sin duda, esta perspectiva renovada les ofrece una forma diferente de pensar.

El Festival como Portal Cultural

Cada año, el FIC de la Toba abre un portal mágico con una programación diversa que incluye: pintura, escultura, cortometrajes y conversatorios. Me encantaría tener una máquina que pudiera revelar lo que pensarán los niños cuando vean el mural en su escuela Domingo Carballo Félix y se preguntan: “¿Qué es eso? ¿Un gallo? ¿Un loro?”. Alguien les dirá: “Es un ave fénix”. Así es como los mitos se hacen realidad. El fénix simboliza el resurgimiento.

El mural fue creado por maestros de la Escuela Colectiva David Alfaro Siqueiros, ubicada en Hidalgo. El equipo estuvo compuesto por María Guadalupe de Teresa Gutiérrez, quien se encargó de la operación y la logística; Yanet Calderón Becerra, la muralista; y José Luis Ramos García, otro artista. En 72 horas, completaron el mural, que fue donado al FIC en La Toba. El próximo año, planean regresar por cuatro meses para crear un mural aún más grande y proponen también convocar a un encuentro internacional de muralistas.

México, conocido como la cuna del muralismo, sorprendentemente no ofrece una carrera. El muralismo surgió de la necesidad de educar a las masas tras la revolución, utilizando imágenes visuales para comunicar conceptos como la libertad, el trabajo y la comunidad. Entre las figuras destacadas de este movimiento artístico se encuentran David Alfaro Siqueiros, González Camarena y Diego Rivera, todos ellos destacados exponentes de esta disciplina.

Momentos Destacados del Festival

Disfrutamos de una serie de sorpresas, comenzando con la inauguración del arco. Tras esta inauguración, se visitaron los nichos familiares, se develó el mural en el museo y se presentó el video de la segunda edición en el hotel 12 Ballenas. Se proyectó el cortometraje “A los 77 años, agua salada probé”, protagonizado por mi madre.

Me siento profundamente agradecido por mi amorosa madre y mi padre, lleno de energía. Su influencia en mi vida es significativa. Mi madre, con su amor inquebrantable y su naturaleza cariñosa, siempre ha sido mi guía. Mi padre, con su férrea voluntad, ha sido mi motor. Me considero una punta de lanza, fruto de sus enseñanzas y de nuestro linaje. Ahora, mi objetivo es guiar a mi hijo hacia una vida plena, tal como ellos lo hicieron conmigo. Esta herencia me motiva y anima a mi hijo a afrontar la vida con determinación.

El cortometraje que compartimos cuenta cómo mi hijo enfrentó un accidente que podría haber afectado gravemente su carrera como buzo. En un momento de depresión e incertidumbre, nuestra familia se unió. Mi madre decidió intervenir y sugirió hacer lo que fuera necesario para ayudarlo. Incluso estuvo dispuesta a aprender a bucear junto a su nieto, demostrando un profundo amor y apoyo incondicional.

Descubrí el potencial de reconstruir la relación entre nietos y abuelas, conectando a diferentes generaciones. Cuando los jóvenes pierden el acceso a internet, a menudo se sienten perdidos y no saben cómo afrontarlo. Antes, nos enseñaban a ser responsables desde pequeños. Hoy en día, muchos jóvenes son bastante consentidos. Sin embargo, aquí tenemos a una mujer de 77 años que demuestra que, si ella pudo aprender a bucear, ¿qué excusa tienen los demás? El cortometraje, de 90 minutos, demuestra que, con estímulo y necesidad, se puede aprender algo nuevo a cualquier edad. Cuando le preguntaron a mi madre, tras la proyección, si se lanzaría en paracaídas, respondió: “¿Por qué no?”

El documental “La Recua”, de Darío Higuera Meza, producido por Trudi Angell, nos narra la historia del viaje de los vaqueros que recorrían la península por el Camino Real para transportar vino, queso, machaca, dátiles panocha y dulces. Si bien estos viajes tenían un propósito comercial, también implicaban difusión de información, fomentar el reconocimiento y construir una fraternidad entre comunidades. Sin embargo, el valor principal de las recuas es simbólico y cultural.

Por eso, Don Darío Higuera Meza, a sus 70 años y acompañado de su familia, se propuso crear una recua en el siglo XXI: un viaje de 20 días a lo largo de 350 km, con cinco animales de monta y diez burros de carga, que también sacudió la memoria y el entusiasmo por los recuerdos. Después de ver el documental, muchas personas expresaron un renovado aprecio por su herencia y un deseo de preservar estas tradiciones para las generaciones futuras.

Otro momento destacado fue el homenaje a Cuni. No conocí a Cuni personalmente. Era como un dios; todos sabían de su existencia, pero nadie lo veía porque era el proyeccionista del pueblo. Ahora, a sus 84 años, vive en Ensenada. Lo buscamos para rendirle homenaje, y cuando la gente lo volvió a ver, gritaron: “¡Cácaro, Cuni!”. El Cine Estrella fue nuestra única ventana al mundo hace 40 años, sirviendo como un portal para nosotros.

En cuanto a entretenimiento, se presentó Yudith Ascencio, cantante que reside en Los Cabos y que vino a cantar con mariachi y buscó colaboradores para que el costo del evento fuera más accesible. No cobró por su presentación, ya que quería contribuir a su comunidad. Este gesto fue un regalo maravilloso para todos.

Tengo otros aliados; por ejemplo, Óscar Toledano ha sido mi amigo durante años. Nos conocimos durante una lucha sindical en ANDA. Me acompañó de vuelta al festival para impartir un taller gratuito de locución.

Nada de lo que hago es una ocurrencia; todo tiene una consecuencia. El año pasado organizamos un concurso de cuentos y hemos publicado un libro. Durante los últimos dos años, he estado reuniendo a pintores locales. Gracias a sus peticiones de un espacio dedicado, hemos creado una galería de arte para el festival. La galería se diseñó utilizando piolas de pescar para acentuar los espacios donde se exhiben las obras. Este método se ha convertido en el sello distintivo de la galería, enfatizando la dedicación a cada pieza.

El taller de locución es el primer paso para crear una radio comunitaria en La Toba, con planes para una cadena de televisión más adelante. A lo largo de tres festivales, hemos producido 50 cortometrajes, material suficiente para un bloque de programación.

En resumen: Organizamos ocho presentaciones en escuelas, colaboramos con tres delegaciones como parte del programa Barriocinema, realizamos tres conversatorios y presentamos cuatro libros. Se proyectaron más de 20 cortometrajes durante el programa que se desarrolló de martes a sábado. Todo esto ha permitido que tanto jóvenes como adultos mayores participen y sean escuchados.

Reflexión Final

Quiero expresar mi gratitud a toda la comunidad de Fernando de la Toba. Mi esposa, mi hijo y mi madre son parte de mi vida, y tengo la oportunidad de agradecerles en persona. Quiero reconocer a todas las personas que nos han apoyado, abrazado y animado con palabras como “¡Sigan adelante!”. No soy político ni aspiro a serlo; quiero perseguir esta pasión. Vivo para el arte, con el arte y a través del arte, convencido de que es el medio más poderoso que tenemos para transformar nuestra realidad. Mi objetivo es educar para elevar el arte y la cultura a su máxima expresión. Todos pueden crear arte; todos pueden ser artistas. Gracias a quienes han aportado y creído en esta locura.

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