Pedro Poncelis
Máster Sommelier
Para realizar su labor en los restaurantes del hotel Grand Velas, Los Cabos, Pedro Poncelis dispone de utensilios y prendas de vestir que elegantemente lo identifican como sommelier. Con palabras que denotan su conocimiento, iniciamos nuestra plática, donde nos habla con respeto y entusiasmo sobre su profesión. Pedro fue nombrado Sommelier del Año 2000 por la Asociación Mexicana de Sommeliers.
Quizá sea una de las profesiones más antiguas del mundo, y es hoy de la más codiciadas, especializadas y reconocidas. El “sommier” o “sommerier”, del francés medieval, era el encargado de cuidar y vigilar de las cargas más importantes que transportaban los animales, entre las cuales se encontraba el vino. Luego, él mismo se supervisaba la descarga y el control de que todo llegara en correcto estado. Posteriormente, se encargó únicamente del transporte del vino. Ese término con el transcurrir del tiempo y las deformaciones típicas del lenguaje, devino en el actual término “sommelier”.
México cumple 25 años de incursionar en la somelería gracias a los cursos sobre educación del vino iniciados por Juan Muñoz Ramos en 1992. Está capacitación consiste en conocimientos acerca de la tierra de cultivo, climas, zonas de producción, cepas y sobre todo formas de consumo del vino. Posteriormente, sus alumnos, entre ellos, Pedro Poncelis continuaron capacitando en la materia.
[two_first]A los 75 años y con 52 años en la industria del vino, Pedro nos explica que el mundo del vino es tan extenso, que uno no termina de aprender.
“Soy ingeniero químico de profesión, no obstante, he estudiado más de vinos que de ingeniería. Y no he dejado de aprender. Al principio era abstemio… se requiere entrenar al paladar y lo sentidos para emprendere en esta industria”.
“Cualquiera que desee sobresalir en este medio, debe estar convencido sobre esta profesión. Después de esa determinación, es estudio, estudio, estudio. Mucho de lectura y mucho estudio. Existen muy buenas universidades en México a nivel de Europa, pero la preparación es permanente. ¡Tienes que tomar cursos avanzados, viajar, asistir a catas y beber vino!”
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Don Poncelis es reconocido por hacer la cava más grande de América Latina en el restaurante Au Pied De Cochon ubicado en el Hotel Presidente Intercontinental Polanco en la Ciudad de México. Tiene una capacidad de 50 mil a 100 mil botellas con una variedad de 2,500 etiquetas de 20 países diferentes.
Pedro destaca tres momentos en su vida como los más importantes de su carrera:
“El primer momento que recuerdo, fue ser seleccionado a nivel nacional para representar a México en la competencia Grand Prix Sopexa en Francia 1997. Quedé entre los 10 finalistas, estamos hablando de los mejores del mundo. Acerté 4 de 5 vinos en cata a ciegas.
Al formar parte de Worldwide Sommelier Association, en 1998 me seleccionaron nuevamente para competir en Viena, Austria. Tampoco gané. Considero que vivir esa experiencia y el conocimiento fueron el mayor premio. Esa fue mi última participación en concursos internacionales, decidí entonces aportar mis conocimientos a la juventud a través de la enseñanza.
El tercer momento llegó en el 2000 cuando me invitaron a participar como jurado por primera vez en Toronto, Canada. Son experiencias inolvidables que llevaré en la memoria para siempre.”
El vino mexicano ha tardado en desarrollarse. El mayor crecimiento ocurrió en los años 80 y 90. Las ventas comerciales elevaron su perfil, permitieron la competitividad internacional y crearon el producto que disfrutamos hoy.
“Conozco el maravilloso mundo del vino mexicano desde hace 52 años. Todo comenzó cuando trabajé para la empresa transnacional Seagrams. En ese momento, Santo Tomás, L’acceto, Domec y Casa Madero eran los únicos existentes en el mercado.
Hoy en día, se produce vino en 10 estados de la República Mexicana y existen más de 1000 marcas, entre pequeñas, medianas y grandes vinícolas. El vino mexicano ha participado en cata a ciegas en distintos lugares del mundo y de este modo ha ganado reconocimiento mundial.”
Alentados por Pedro Poncelis Jr., los miembros de la familia Poncelis se han comprometido en el mundo de la producción de vino. Juntos, padre e hijo se capacitaron para iniciar hace 9 años.
De producción limitada D’Poncelis combina uvas shiraz, grenache, tempranillo, cabernet y mouvedre para sorprendernos con un estilo de vino rosado y dos tintos que son realmente deliciosos.