Anthony Quartuccio visita la península de Baja California por primera vez en octubre de 1974. Subsecuentemente regresa en 1975 y 1976. En esta nueva sección compartiremos notas, dibujos y pinturas, resultado de la inspiración recibida por el autor durante sus viajes por Baja California.
Esta colección forma parte de su libro “Recorriendo Baja California con pluma y pincel”; gracias Lupita Aceves por permitirnos hacerlo parte de las publicaciones de Tendencia.
“Me enamoré de su belleza impresionante y paradójica, única de la naturaleza. Sucumbí en el encanto de este desolado y formidable desierto salvaje. Podía desviarme fuera del camino y descubrir tierras vírgenes por centenas.
Viajé por la carretera transpeninsular miles de kilómetros, luego de aceptar con alegría la petición de mis amigos Bill y Hazel Fox, y así poder finalizar mis dibujos de esta franja del austero desierto y las sucesivas montañas que tuviera al alcance. Un cierto alborozo me envolvió y experimenté una fantástica libertad de espíritu.
Me fascinaron las aisladas cuevas. El sol que se proyecta en sus playas y el mar que se confunde con el cielo azul. Más que todo aquello, sentí una especial devoción y reverencia por las misiones de Baja California y las ruinas de algunas que aún se dibujan bajo el ardiente sol. Pintando y dibujando estas misiones pasé un tiempo de intenso gozo y tranquilidad.” Anthony Quartuccio