La arquitectura y el diseño de interiores se han convertido en elementos fundamentales para un restaurante. La tendencia es lograr del medio ambiente una prioridad con espacios semiabiertos, y la inclusión de elementos naturales como el agua y el fuego. Los alrededores también inspiran a los chefs a cocinar y fusionar ingredientes.
En esta ocasión, tuve la oportunidad de visitar el restaurante Comal. La arquitectura es interesante. Armoniza perfectamente con el mar y el desierto. La iluminación y las chimeneas hicieron que el espectacular espacio abierto, techos altos y paredes largas de piedra blanca se destaquen aún más.
El chef Yvan Mucharraz me permitió probar algunos de los deliciosos platos que preparan. Podría decirse que se maridan a la perfección con la arquitectura. Había cazuela de pulpo y cerdo, ostiones frescos con diferentes salsas. Mi favorito: aguachile, y, para terminar, un plátano relleno de queso con un toque de crema y epazote.
[two_first] Después de probar sus platillos, tomé mis utensilios y puse manos a la obra. Entre la vista del mar y el diseño del lugar me inspiré para preparar un ceviche de camarón con maíz de colores, vegetales orgánicos de la región y salsa de chiltepín. Seguido por una tostada de atún fresco, con crema de aguacate, betabeles tiernos y lechugas orgánicas.[/two_first][two_second]
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¡Fue una gran noche de alta cocina unificada al espectacular ambiente y diseño!
Hasta la próxima historia de sabor.