Baja California Sur es el lugar ideal para incorporar la arquitectura a la naturaleza. La gama de colores, formas y texturas contribuye enormemente a esta expresión artística y crea constantemente nuevos desafíos.
La arquitectura mexicana ha sido reconocida desde hace varios siglos. Las culturas que en nuestro territorio se asentaron desarrollaron centros cívicos y religiosos alrededor de los cuales se ubicaba la población. En los días de arquitectura precolombina había grandes espacios abiertos y sobre todo ejes visuales que sirvieron para el trazado de ciudades en épocas posteriores.
Si bien en la península de Baja California este tipo de culturas no florecieron, las migraciones nómadas que llegaron tuvieron su mérito y no fueron faltos de ingenio arquitectónico.
Nuestra historia prehispánica es muy amplia en expresiones arquitectónicas. Solo por nombrar algunas, encontramos a los Olmecas, Mayas, Totonacas, y por supuesto Aztecas y Teotihuacanos. Muchas de ellas hicieron asociaciones espectaculares entre sus pirámides, construcciones y centros ceremoniales con la astronomía y el mar.
Más tarde, en los períodos de conquista y evangelización en el México colonial, se produjeron cambios impresionantes. Por supuesto, los cambios artísticos fueron posiblemente los más dramáticos e intensos.
La aparición de fuertes, cuarteles, conventos, misiones, iglesias y centros educativos modificaron sustancialmente los temas arquitectónicos que se construyeron hasta entonces.
El momento de la colonización fue uno de los períodos en que la arquitectura y el paisaje interior de la península de Baja California comenzaron a desarrollarse y se utilizaron diversos elementos. Por ejemplo, patios interiores, arcos, ventanas enmarcadas, fuentes y cascadas, y sobre todo la integración de elementos naturales, desempeñó un papel importante.
En términos de arquitectura local, llamémosla californiana para ubicarnos en un contexto geográfico, el período misionero tuvo una poderosa influencia que es respetada y replicada hasta la fecha.
También es necesario reconocer tres corrientes culturales muy importantes que por diferentes razones convergieron en la península. Una fue la llegada periódica de la Nao de China y su influencia en asuntos comerciales, culturales y demográficos. Segundo, las expediciones europeas que trajeron la evangelización y, en consecuencia, las misiones. Finalmente, la migración de personas de diferentes Estados del país quienes trajeron usos y costumbres que impactaron la identidad de la zona.
De las tres órdenes que llegaron, los jesuitas, franciscanos y dominicos, tal vez fueron los jesuitas quienes dejaron mayor huella en materia de construcción. Es imposible hacer de lado la cultura que habían desarrollado en Europa y la influencia de grandes arquitectos jesuitas. De hecho, el estilo barroco que prevaleció en varias misiones muestra elementos que se utilizan hasta la fecha: piedra, cantera, adobe, arcos, cupulas, ladrillo recocido, entre otros.
El tema de las misiones en Baja California y Alta California (actualmente EE. UU.) es fascinante, porque es quizá la herencia artística más ordenada e importante que se tiene en la zona.
En Baja California Sur el cambio de vocación económica influyó en las construcciones. A principios del siglo pasado, hace poco mas de cien años, la mayoría de las casas estaban hechas de adobe y materiales naturales. Pocas eran aquellas construidas de materiales sólidos y las que existían seguían eran generalmente edificios religiosos, educativas y gubernamentales, principalmente en La Paz, San José del Cabo, Loreto, Santa Rosalía y el Triunfo.
Es valioso recordar que la península se caracterizaba por una economía basada en el sector primario: pesca, agricultura, ganadería y minería, así permaneció durante muchos años.
Derivado del esplendor natural de sus playas, costas, mares y del clima, la lógica dirigió los esfuerzos hacia el sector terciario de la economía, el turismo.
Con la aparición de los primeros hoteles, la arquitectura también se modificó substancialmente y evolucionó rápidamente. Sin embargo, la influencia californiana de la década de los 50’s aun está presente en varios desarrollos.
[two_first] El Municipio de Los Cabos contiene una impresionante colección de hoteles con gran valor arquitectónico. El horizonte es aún prometedor, y más desarrollos abrirán sus puertas pronto. Por supuesto, la mayor riqueza natural son las más de mil kilómetros de playas que rodean Baja California Sur. Todavía hay mucho que ver y explorar. Vale la pena tomarse el tiempo para percibir lo que se ha hecho en este próspero Municipio de Los Cabos durante las últimas seis décadas.[/two_first][two_second]
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Dado que Los Cabos es un municipio turístico, existe un interés especial y un desarrollo en los sectores de hoteles y servicios, que incluyen golf, actividades al aire libre, pesca deportiva, paseos marítimos y turismo alternativo. Sin embargo, los proyectos residenciales también han crecido. No solo en número sino en calidad. Hay inmuebles que son un verdadero reto a las leyes de la naturaleza, y que reflejan el estilo propio de famosos arquitectos y firmas de construcción.
Como en cualquier otro lugar donde el desarrollo supera con creces la tasa promedio de crecimiento poblacional, existen desafíos con la planificación y el paisaje urbano. Sin embargo, la voluntad de las partes involucradas ha sido expresada y son seriamente consideradas. Al mismo tiempo, presentan una extraordinaria oportunidad de inversión.
Finalmente, es necesario enfatizar que, independientemente del alcance de la construcción, ya sea residencial o comercial, el arte está presente en Los Cabos. Importantes colecciones de pinturas y esculturas adornan paredes, pasillos, salones y áreas de recepción de la mayoría de los hoteles.
Disfrute de su cóctel favorito en el lobby de algún hotel y admire con detenimiento las obras de arte. Camine por las calles del Centro Histórico de San José del Cabo, todos los días encontrará algo diferente que hacer. Los restaurantes, galerías y tiendas de decoración le dan un encanto especial a esta zona. Explore los rincones y detalles, converse con los artistas sobre sus exposiciones, acentuarán el discurso detrás de sus obras. Identifíquese con algún estilo, ¡conozca más nuestra cultura!