Un viaje revuelve en ti toda una gama de sentimientos. Puedes sentir emoción, adrenalina, expectativa… y hasta miedo. Miedo de lo que te espera cuando decides aventurarte más allá de tu zona de confort.
Viajar significa que dejas atrás la rutina y las horas que pasas en la computadora trabajando. Viajar significa olvidarte de responsabilidades y compromisos. Viajar significa, por lo menos por algunos días, vivir el presente, el aquí y el ahora, en un estado de inmediatez y supervivencia. La situación ideal para sacar a flote tu creatividad interior.
Cuando te adentras en la península de Baja California Sur, algo cambia. Para empezar, es uno de los estados más bonitos de México. Eso es un hecho. La biodiversidad, la flora y la fauna, las playas, los monumentos rocosos de millones de años y las extraordinarias planicies que se asoman mientras vas en carretera te recuerdan la riqueza del territorio y lo mucho que nos falta por explorar.
Deseas arriesgarte, atreverte a descubrir lugares llenos de historia y conocer la comunidad a través de sus habitantes. Personas que, en pocas horas, se convierten en tus amigos.
Pinturas rupestres, misiones jesuitas, lugares que alguna vez caminaron los pericúes, cochimíes y guaycuras. Baja California Sur, situado entre el océano Pacífico y el Mar de Cortés, se abre entre dos mares para darte la bienvenida.
Acompáñanos en esta travesía para explorar lugares de ensueño que te quitarán el aliento y el miedo. Te permitirán encontrarte contigo mismo y con la naturaleza en una sinergia entre el pasado, el presente de tu visita y, sobre todo, el futuro posible de estos lugares.