Atractivos que hechizan con sus paisajes fascinantes y el calor de la comunidad que recibe a los viajeros como si se tratara de su hogar. Dentro de este paraíso encontramos un pequeño escape de gran encanto natural, que además guarda un sorprendente tesoro que pocos conocen: el oasis de la delegación de Santiago, en el municipio de Los Cabos, Baja California Sur.
A una distancia aproximada de 45 kilómetros al norte de San José del Cabo se encuentra este poblado con riquezas naturales que preserva la cultura y el cálido estilo de vida del ranchero sudcaliforniano. Sus fértiles tierras proveen una variedad de productos que no solo abastecen la región, pues son exportados a otros países alrededor del mundo como Estados unidos, Canadá, China y Japón.
El mango es un emblema para la comunidad de Santiago, pues el cultivo de esta deliciosa fruta es una de las actividades más recurrentes. Su calidad destaca entre las demás por su sabor y colorido, puede encontrarse en más de ocho tipos diferentes.
La agricultura no es la única producción, pues también ofrecen delicias regionales como jaleas, empanadas de dulce, miel de abeja, pinole, machaca, queso fresco, chorizo y pan casero.
Santiago cuenta con habitantes talentosos que ejercen diferentes oficios como la talabartería (fabricación de artículos con cuero) y la carpintería (con el uso de madera regional). El carácter amable y alegre de los pobladores se percibe desde la bienvenida por su sonrisa y elocuencia.
Buenavista es una de las subdelegaciones de Santiago que posee una de las mejores vistas a las aguas del Mar de Cortés. Cuenta con playas agradables donde se puede nadar y apreciar la diversidad de peces y otras especies marinas, así como realizar campamentos, practicar la pesca deportiva y algunos deportes náuticos. Buenavista es una grata representación del ecoturismo presente en Santiago.
La modalidad turística de la población abraza lo cultural y lo natural. La Misión de Santiago de los Coras Aiñiní fue fundada en el año 1721, y guarda historia de los primeros pobladores de la región, a quienes se les conocía como pericúes.
El rancho ecológico Sol de Mayo es una de las atracciones de Santiago, excelente para experimentar de primera mano la vida del ranchero sudcaliforniano en el interior de un área natural protegida. Cada rancho tiene una particularidad. Pozas, cascadas y arroyos dan vida en medio de un microclima en el desierto.
La flora y la fauna ambientan en todo momento la aventura, especialmente el canto de las múltiples aves que habitan tranquilamente el lugar. Sol de Mayo crea un ambiente casero con la calidez de un hogar en medio de la naturaleza.
En Santiago hay alrededor de cinco restaurantes que ofrecen el sabor casero utilizando productos regionales en los diferentes platillos. Restaurante La Cascada, El Palomar, y Las Tres Marías son algunos de ellos.
En cuanto al hospedaje existen diferentes alternativas. Alquilar un lugar a través de Airbnb da la posibilidad de sentirte en casa, mientras aprendes la cultura del lugar, como en La Casa de los Pájaros. También encuentras hoteles emblemáticos como Rancho Buenavista, que fue el primer hotel en Los Cabos.
Los paisajes, colores, sabores y su gente sacuden completamente la perspectiva de la vida al ser un portal al paraíso que guarda experiencias que son tanto inigualables, como inolvidables.
Santiago es una comunidad pequeña que posee una grandeza indescriptible.