Se sabe que cada estación del año tiene sus propios atractivos. El otoño puede ser la temporada que reúna las características ideales para viajar, y Baja California Sur puede ser la opción para organizar unos días de descanso y embarcarse en actividades placenteras.
Hay muchas razones inspiradoras para elegir esta hermosa península de 1,250km de longitud con: islas, playas, desierto, la flora y la fauna y, por supuesto, la hospitalidad de la gente.
Es durante los meses de otoño que comienza la temporada de pesca deportiva con una emocionante secuencia de torneos de pesca, incluido el Bisbee’s Black & Blue Tournament, considerado el torneo de marlines más importante del mundo. Bisbee’s siempre atrae a un segmento dinámico que agrega intensa vida diurna y nocturna al destino.
El clima otoñal es mucho más agradable. El calor y la humedad del verano se han ido, y con él, la temporada de lluvias que normalmente termina en el mes de septiembre. El clima más fresco permite una variedad de actividades y deportes al aire libre. Aunque los días son notablemente más cortos, los colores de las puestas de sol son realmente espectaculares tanto en el océano Pacífico como en el Mar de Cortés. Por cierto, es el momento perfecto para organizar un viaje a las islas, donde se pueden practicar algunos deportes acuáticos de bajo impacto que preservan la belleza de las islas.
La época de campamentos a Sierra La Laguna también encuentra en esta estación del año un tiempo óptimo para quienes prefieren actividades de senderismo, observación de aves o exploración sobre flora y fauna, paseos que son todo un agasajo a los sentidos, en particular para los más experimentados que logran llegar al pico de la sierra, el famoso Picacho para admirar los cambios en su vegetación y el impresionante cielo nocturno donde, sin luz artificial, se aprecian las constelaciones de una forma privilegiada.
Hemos mencionado en algunos números anteriores de Tendencia, las maravillas gastronómicas del Estado, pero es ahora cuando adentrarse en pequeños poblados resulta particularmente placentero al descubrir la cocina autóctona, recetas que se han heredado por generaciones y poder degustarlas en casas, en ranchos, o en restaurantes de comunidades como El Triunfo, Todos Santos, Pescadero, Cerritos, San Bartolo, San Antonio y por supuesto todos y cada uno de los diferentes poblados que se van sumando a lo largo de la Carretera Transpeninsular, la famosa Ruta 1, hacia el norte, hasta llegar a Guerrero Negro, o por qué no, hasta Tijuana. En este sentido habrá que hacer parada obligada en Loreto y probar la maravillosa cocina del mar, entre las que está la famosa e imperdible receta de la almeja tatemada.
Ya sea que viaje solo, en pareja, en familia o en grupo, siempre habrá algo que inspire un increíble recuerdo de viaje en nuestro insuperable otoño de playa y desierto. Si bien es posible descubrir algo nuevo todos los días por casualidad, se recomienda leer con anticipación sobre los lugares y actividades porque de esta forma las probabilidades para encontrar experiencias interesantes serán mayores.
Mucho se habla de cómo eran San José del Cabo y Cabo San Lucas antes de ser conocidos mundialmente como Los Cabos, pero también es muy interesante la historia de principios del siglo pasado en la península, mucho antes de que el turismo marcara el destino. Me refiero a la pujante actividad económica, agrícola, ganadera y minera que existía en la zona y que gran parte de lo que existe hoy en día no tendría sentido si no hubiera existido.
Hay un capítulo interesante en la historia de Baja California Sur que habla de grandes historias y leyendas que pueden ser ciertas o no, pero saber de esa época también crea una cálida sensación de nostalgia.
Por todas estas razones y más, lo invitamos a pasar una espectacular temporada de otoño aquí en la península de Baja California Sur.