La tierra sudcaliforniana nos presenta una historia compleja y atrayente. Uno de sus datos curiosos y permanente es la viticultura en distintos puntos. Entre los principales productores están en dos pueblos de origen misional que se hallan en la parte central de la geografía estatal: San Miguel de Comondú y La Purísima. Otros están en San José de Comondú, San Isidro, San Javier, San Ignacio, San José de Gracia y hasta en algunos ranchos de la región. ¡Planea tu viaje a Comondú!
El padre Ugarte sembró una gran variedad de uva de origen europeo, llamada Vitis vinífera, (uva Misional o uva Misión) y es la misma que aún se usa para la elaboración del vino con más de 300 años.
Anteriormente era utilizada para producir vino dulce y brandy. Actualmente, no es considerada como una uva de calidad debido a la falta de balance para producir los vinos que demanda el mercado moderno. A pesar de esto, la tradición de producir vino artesanal en algunos pueblos misionales se ha mantenido viva desde inicio del siglo XVIII.
Esto se debe, ya que, los pobladores que tenían viñas en sus huertos continuaron cultivándolas para comercializar tanto el vino como la uva deshidratada (uva pasa), y cada verano se realiza una vendimia.
En los pueblos misionales se producen vinos tintos pálidos y vinos con diversos tonos de ámbar.
Por ejemplo: Agustín Casanova Cruz
Originario de Veracruz, Agustín llegó a Baja California Sur para trabajar en la producción de yeso en Isla San Marcos durante su auge, transportando hasta 65 mil toneladas de este mineral agrícola a países en el continente americano y en lejano oriente como Japón.
¿Sabías que en Baja California Sur se produce vino? Compártenos en los comentarios si lo has probado alguna vez.
Lamentablemente es cada vez menor el número de productores de vino y el volumen que producen, con muy honrosas excepciones. Además empieza a producirse vino de variedades distintas a la traída por los misioneros y vino de pasa, vinos en los que se puede hallar muy buena calidad, pero que no son del tipo de vino misional que mucha gente busca como una curiosidad cultural, o por algunas otras razones. Aunque sean artesanales, no son el vino misional tradicional que aún se puede hallar en pequeños volúmenes en los pueblos que se mencionan. Que bien que publiquen acerca del vino sudcaliforniano pues es necesario difundir su valor cultural para que pueda sobrevivir.