Panadería El Boleo es un símbolo del lugar y uno de los principales atractivos turísticos de este municipio que, actualmente, cuenta con unos 12 mil habitantes.
El cúmulo de culturas y los cientos de panaderos que han desfilado por el lugar aportan un sabor único a sus productos y los llenan de historia. La bienvenida comienza en el edificio hecho de madera, con más de cien años de antigüedad que, además, es un ejemplo de la arquitectura francesa presente en la región. El inmueble se ubica en el centro histórico de Santa Rosalía.
La panadería se fundó en 1901 por la compañía minera El Boleo, empresa que explotó los yacimientos de cobre que todavía abundan.
“La riqueza histórica del inmueble es única y se procura en conjunto con sus propietarios el mantenimiento para su preservación”. Desde sus inicios tienen la mayor calidad posible en la repostería de origen francés.
Hoy en día, la tercera y cuarta generación de este negocio — que continúa siendo en buena medida familiar— se encarga de regentar la panadería, que no ha dejado de evolucionar con los años y en la actualidad se usan ingredientes totalmente mexicanos. Sin embargo, a más de un siglo de su fundación, en El Boleo se continúan utilizando los mismos hornos y anaqueles con los que se inauguró.
Todos los días, en la madrugada, los trabajadores encienden los hornos todavía de leña y comienzan a preparar las masas de las diferentes piezas de pan.
Pero sin duda, uno de los panes más populares del establecimiento es “La Pitahaya”, es la pieza de pan más pedida por la gente, debido a su cremosa textura y su singular sabor. Cada día, sobre las 5 de la mañana, llegan los primeros clientes para comenzar de buen modo su día.
