Caminar sobre la suave arena y refrescar los pies a la orilla del mar es una de las sensaciones que más añoramos, por ello, después de una pausa donde la naturaleza recobró fuerza y vitalidad, dormir bajo las estrellas en alguno de los campamentos de la Isla Espíritu Santo o disfrutar de una tarde navegando en el Mar de Cortés (Golfo de California), será de las experiencias más gratificantes que podremos experimentar.
La Paz, además de caracterizarse por sus contrastes entre el desierto y el mar, es un destino que transmite tranquilidad y bienestar a través de sus diferentes actividades y atractivos; desde una caminata en el malecón, hasta sumergirse en el mar y juguetear con los lobos marinos.
Ante una nueva manera de recorrer y disfrutar el mundo, las experiencias ecoturísticas como las que ofrecen los campamentos en la Isla Espíritu Santo y el Rancho Cacachilas, serán un must para cualquier viajero que desee privacidad y comodidad, así como exclusividad y confianza.
A pocos kilómetros de la capital sudcaliforniana, el pueblo minero de El Triunfo inspira a conocer la historia de la comunidad y recorrer sus silenciosas calles, así como degustar su deliciosa gastronomía.
Varias son las playas paceñas que permiten tener una estancia agradable al ser poco concurridas, entre ellas, La Ventana. Es ideal para los amantes de las actividades acuáticas y el contacto con la naturaleza.
En La Paz, el bienestar físico y emocional se logran sobre una tabla de paddle board, ya sea remando en los manglares de Balandra, o tomando una clase de yoga en la bahía. Así mismo, subirse a una embarcación y navegar rumbo a la Isla Espíritu Santo brinda la oportunidad de disfrutar al máximo de la naturaleza, con delfines brincando a nuestro lado o apreciando el vaivén del mar, alejados de las multitudes.