Cuando partimos desde San Javier al recorrido hacía Rancho Santo Domingo fuimos guiados por Ignacio Bastidas Martínez. Nos cautivaba la emoción por seguir descubriendo el legado de arte rupestre que plasmaron los primeros pobladores de la península en la superficie rocosa de Cueva de La Serpiente. Si bien la sorpresa y el asombro es una constante en el viaje, no visualizamos que este ejido a menos de 16km de la Misión de San Francisco Javier ocultaba un tesoro histórico franciscano, hasta entonces desconocido para los corazones aventureros que nos encontrábamos en esta expedición.
Rancho Santo Domingo es el hogar de Humberto Verdugo García y familia, y fue nuestro punto de partida para visitar Cueva de la Serpiente y La Presentación, ambos sitios de importante valor para la cultura del ranchero sudcaliforniano. La esencia de estos vestigios se encuentra en cada rincón. El rancho está acondicionado con lo necesario para realizar excursiones y conocer algunas de las faenas como son: ganadería, agricultura y elaboración de queso, dulces regionales, entre otros productos locales.
Cueva La Serpiente
Quiso el destino – o tal vez fue solo una coincidencia – que Don Humberto descubriera este lugar siguiendo a un par de chivos que se abrían paso entre las rocas que forman parte de la cadena montañosa de Sierra La Giganta. Entonces, con gran admiración descubrió una gruta en lo más alto con arte prehispánico. Las pinturas rupestres retratan elementos que formaban parte de la vida cotidiana de los nativos que habitaron la península hace más de 4 mil años. Pudimos acceder a este espacio de la mano de Brayanth de Jesús Velazco Verdugo, nieto de Don Humberto.
La Presentación
Es una zona con restos de construcciones que revelan la breve pero contundente estancia de la orden franciscana en Sudcalifornia: una capilla, una enorme pila de agua, un muro de más de 150mts, área de cultivo y canales para redirigir el agua componen a este sitio que data de 1769.
Se dice que fue fundada por Fray Francisco Palou. Franciscano que acompañó a Fray Junípero Serra en su labor de evangelizar a la Alta California. Observar y caminar alrededor de las ruinas hará volar tu imaginación por la historia de la península, por tratar descifrar el contexto de la cotidianidad de estos hombres que dejaron un legado invaluable.
No olvides que para llegar a estos lugares es fundamental contar con la compañía de guías experimentados para que te conduzcan a través de las brechas, así como vehículos todo terreno.