Nació en Cabo San Lucas, Baja California Sur. En su profesión de docente y defensora de la identidad sanluqueña, se ha convertido en un reconocido personaje para la comunidad. Es sobrina de la destacada maestra Amelia Wilkes Ceseña.
Faustina atesora historias, anécdotas y vivencias en las que fue testigo de la evolución de un Cabo San Lucas, que pasó de ser un pequeño pueblo de alrededor de 40 familias de pescadores y empacadores de pescado, a un puerto turístico tan afamado.
Sus actividades infantiles, especialmente su amor por el baile, transportan a la maestra al pasado. También recuerda con cariño las actividades que realizaba con sus tías, entre ellas la tía Melucha, a quien cariñosamente llamaban “Amelia”.
Es realmente notable cómo ha capturado la esencia de la comunidad de Cabo San Lucas en su libro: El Cabo San Lucas que yo conocí. Su increíble memoria le permitió recordar cada detalle, desde las historias de sus padres, tíos y amigos hasta las grandes personalidades que dieron vida al puerto pesquero. El libro está lleno de anécdotas, lugares, personajes, barcos, peces, olores, travesuras y aventuras que generan nostalgia. Transmite su pasión por la comunidad en cada página del libro. Es un tesoro de información.
La profesora es reconocida por su incansable trabajo en la difusión y conservación de la historia cabeña. Además, es considerada historiadora del municipio de Los Cabos y ha recibido reconocimientos por la difusión y conservación de la historia otorgados por la Sala de Lectura Hermanita de Ysabela, Yenekamú, A.C., y Café Cabo, en coordinación con el Instituto Sudcaliforniano de Cultura.
A través de su incasable labor y amor para preservar sus raíces, María Faustina Wilkes Ritchie se ha convertido en una figura muy querida y respetada. Inspira a otros a seguir sus pasos e impactar positivamente en la identidad de Los Cabos. En el futuro, “Profe. Fanta”, como la llaman cariñosamente, quiere seguir promocionando su patrimonio cultural a través de diversos formatos.