Al escuchar por primera vez de Malarrimo, surge el deseo de encontrar reliquias ocultas bajo su arena. La experiencia de llegar y sentir la resonancia de su leyenda celebra tanto el viaje como la llegada. Pero los tesoros reales no son los artefactos marinos, sino las narrativas y significados que éstos esconden, entrelazados en un manto de misterio que perpetúa su esencia y enigma.
La leyenda
Aventureros audaces, buscadores de tesoros de ojos brillantes y rudos hombres de mar llevaron los relatos de este rincón del mundo a las primeras planas:
“Junkyard of the Pacific” (Resumen)
Los Angeles Times, 3 de junio de 1963
En un relato fascinante, tres aficionados a recolectar objetos en las playas (raque), provenientes de Los Ángeles, descubrieron Malarrimo y la bautizaron como el “Cementerio del Pacífico”. Durante una expedición, este trío descubrió una sorprendente variedad de objetos esparcidos a lo largo de unos 29 kilómetros de arena: restos de barcos naufragados, un avión estrellado, un torpedo y un chaleco salvavidas del SS President Madison.
La playa, accesible solo por vehículos de tracción en las cuatro ruedas o por avión, es un terreno difícil donde la arena suave y el polvo fino desafían a cada paso. Los exploradores relatan la forma en que un buscador de tesoros podría sobrevivir meses alimentándose de las latas que se pueden recoger en la playa, o de conchas que contienen carne, además de café, frutas secas, raciones militares (K Portions) y una variedad de otros alimentos, todos comestibles.
La película
En 1970, el maravilloso mundo de Disney presentó el drama de acción y aventura “Tres sin miedo”. El road movie, sigue la travesía que hace Dave Rogers, un niño estadounidense de 13 años, y dos huérfanos nativos de Todos Santos, María y Pedro, quienes emprenden un viaje de 400 millas por la inhóspita costa de la California mexicana.
Dave partió de La Paz hacia el rancho de su tío, pero su avión se ve obligado a aterrizar de emergencia en la desolada costa de Malarrimo. Mientras busca ayuda para el piloto herido, Dave es mordido por un escorpión y queda inconsciente en la playa. Pedro y María, huérfanos furtivos que se dirigen a San Quintín, lo encuentran y le salvan la vida. Unidos por el destino, los tres enfrentan la constante amenaza de Manuel, el siniestro guardián de Pedro y María, además de los desafíos de la naturaleza.
En su travesía, los niños encontraron cobijo en una cueva, enfrentándose a desafíos que desbordaban el alma. Perseguidos por corrientes incansables y secretos arrastrados por el mar, descubrieron la fuerza de la amistad y la resistencia en la adversidad. En este camino dejaron marcada la magia y los misterios de un lugar donde las historias antiguas se mezclan con el susurro persistente de las olas.
Roy Edward Disney, productor del filme, describió la playa de Malarrimo como “un paraíso lleno de basura”, ideal para la historia de estos jóvenes aventureros. La playa, con su inaccesibilidad y misterio, proporcionó el escenario perfecto para la película.
Link para ver la película: https://www.youtube.com/watch?v=VUls_MNt1Q4
La poesía
Alicia en Malarrimo (Juan Melgar)
Del poemario ganador de los Juegos Florales Margarito Sández Villarino, 1995.
Será un lugar nunca visitado pero que imaginaste. Azul y amarillo te habrán dicho. Por la tarde Alicia tal vez un viento de mar abandone las olas para clavar sus uñas en los sarmientos del chamizo.
Toda la noche se habrá anunciado el alba y cuando la brisa no haya despejado aún la azulenca serpiente costanera de la bruma el tufo del sargazo que se pudren reptará cauteloso hasta los restos de naufragios para evocarles otras navegaciones viejos mares.
Será mediodía cuando el gigante bata la costa en un solo bramido sin anacrusa porque al coro querrán unirse lobos, gaviotas, bobos, fragatas de encarnada pechuga y aún los mudos pelícanos con el siseo de sus plumas remeras.
Allí estarán semienterrados el albo costillar de la ballena, un reloj digital, dos boyas ventrudas con malla de Okinawa, troncones de sequoya que habrán saltado el risco para hacerse a la mar con los bufeos y pulido por el roce centenario, el astrolabio que arrojara en triunfo el piloto Urdaneta al tornaviaje de su nao.
Todo estará allí en esa playa antigua recaladero de despojos, tesoros, esqueletos puentes, botavaras, vergas, falcas humildes, ornamentados mascarones, torpedos drizas, anclas, cabos, tambores, milenarias fondeaderas circulares labradas en piedra por marinos del Poniente y cocos petrificados que pueden germinar en mil centurias con raíces de sal y hojas de lava.
Todo estará allí esperando, esperándote
Alicia para que des fe.