Un viaje de pasión, descubrimientos y desafíos
La historia de Baja Wines empezó con Héctor Zúñiga, un apasionado emprendedor que, junto a sus socios, se dedicaba a la venta de productos alimenticios. Un día, casi por azar, un amigo le tendió una copa de vino que iba ligada a una oportunidad: le ofreció algunos de sus vinos y le comentó: “Si visitas y tienes una cartera de clientes, ¿por qué no les ofreces vino también?”.
A pesar de carecer de conocimientos básicos de la cultura vinícola y de experiencia en el tema, decidió explorar un territorio desconocido. Empezó con una modesta selección de botellas de vino y rápidamente descubrió el potencial de crecimiento en este ámbito.
Con el tiempo, perfeccionó su visión y el negocio evolucionó de un emprendimiento a una empresa referente en la industria gastronómica en Los Cabos. Con 25 años de historia, Baja Wines es actualmente proveedor líder de vinos en Baja California Sur, en su portafolios tiene más de 700 etiquetas de casas vinícolas de alrededor del mundo.

Con un prestigio sólido en la industria hotelera y restaurantera, su historia es un testimonio de cómo una copa de vino puede generar ideas.
Retos y superación
“Siempre creímos en el negocio y en Los Cabos. En aquel entonces, era un lugar pequeño, pero en crecimiento. Sin embargo, el desarrollo no fue como esperábamos. Justo cuando todo iba en auge, cuando la economía prosperaba, llegó la crisis inmobiliaria del 2008 en Estados Unidos 2008, afectando fuertemente el turismo que provocó una caída en las ventas. A esto le siguió el brote de influenza H1N1 en 2009, que agravó los desafíos que enfrentamos ese año”.
Después llegó el desafío del poderoso huracán Odile en 2014. Gran parte de la infraestructura quedó destruida, afectando gravemente la región. Una vez más, tuvieron que empezar casi desde cero, superando las dificultades y reconstruyendo el negocio en un entorno completamente transformado.
“Después, en febrero del 2020, los mercados se desplomaron de forma drástica debido a la creciente inestabilidad causada por la pandemia de COVID-19. Pero bueno, en 2021 empezamos a recuperarnos, 2022 fue muy bien y pues ahí vamos creciendo, invirtiendo, creemos en el negocio, creemos en Los Cabos y estamos apostando por el futuro”.


“Este negocio es excepcional porque permite crear lazos de amistad con los clientes. Durante una entrevista de ventas, se tiene oportunidad de degustar una copa de vino, y la conversación fluye. El vino relaja el alma, abre el corazón y, sin darse cuenta, las charlas pueden volverse personales. En este negocio, más que vender vino, se comparten historias.”
¿Qué factores contribuyen al posicionamiento diferenciador de Baja Wines en el mercado?
El recurso humano es nuestro diferenciador, nunca hemos dejado de invertir en los colaboradores, principalmente en los profesionales del área de ventas. El factor humano, que abarca a nuestro equipo de almacén, reparto y distribución, es fundamental para nuestro éxito. Me enorgullece decir que empleamos a 60 familias, un logro del que nos sentimos muy orgullosos.
¿Qué criterios utilizan para seleccionar las vinícolas con las que trabajan?
La selección la hacemos a través del equipo de ventas, y también nos hemos ganado la confianza de numerosos importadores y productores. El crecimiento nos ha llevado a tener una operación más compleja, y nos ha permitido ser proveedores únicos de algunos hoteles. Gracias a Dios, tenemos una gran demanda.
¿Qué aspecto de tu trabajo te resulta más gratificante?
Es alentador ver el progreso. A pesar de los desafíos, valoro la confianza de mis colaboradores, amigos y colegas. La oportunidad de contribuir al bienestar económico de 60 familias es profundamente gratificante. Y, por supuesto, probar los vinos y mantener las relaciones también es parte de la satisfacción.
¿Qué consejos le darías a los entusiastas del vino?
Si alguien no tiene mucho conocimiento sobre vinos, puede comenzar con libros como Vino para Dummies, ideal para principiantes. Además, es útil apoyarse en el personal de los restaurantes, documentarse y aprender con la práctica, como en cualquier otra área de la vida. No todos los vinos baratos son malos ni los caros son siempre los mejores. Existen vinos accesibles que son verdaderos campeones.
UN PASATIEMPO: “Siempre me gustaron las motos; me compré una el año pasado y ando emocionado, como un niño”.
UN PLAN: “Estamos considerando la posibilidad de construir nuestras propias instalaciones”.
UNA DISTRACCIÓN CON TUS HIJOS: “Salir a comer o a cenar, les encanta”.
UNA COMIDA FAVORITA: “Soy tacólico”.
UN VINO: “Cada vino es para momentos, temperaturas y alimentos diferentes”.
UN SUEÑO: “Ahora que estoy en el otoño de mi vida, mi prioridad es consolidarme para asegurar un retiro en el que pueda disfrutar de mis actividades, viajar y vivir con felicidad y salud”.