Donde la naturaleza se entrelaza con cultura y tradición

Miraflores

Como un abrazo de naturaleza, Miraflores es una delegación, a poco menos de una hora de San José del Cabo, que espera a los viajeros que buscan alejarse de la rutina y los espacios urbanos. Tras surgir como una región que emergió en el periodo misional, tiene una mezcla de espacios naturales y la esencia remanente de su historia. Conserva algunos oficios que se mantienen vigentes desde entonces como la elaboración de conservas, artículos de madera, cuero, entre otros. ¡El viaje continúa!

Boca de la Sierra

Situado a las faldas de la Reserva de la Biósfera Sierra la Laguna, esta subdelegación de menos de 200 habitantes, posee una belleza que es pequeña muestra de la biodiversidad que representa al hogar del único bosque de pino-encino en Baja California Sur. Las imponentes montañas rodean translucidos cuerpos de agua en el Arroyo de San Bernardo, donde algunos peces se asoman curiosamente y donde amigos y familia se reúnen, especialmente durante el fin de semana. Visitar con respeto y cuidado es fundamental para minimizar el impacto ambiental y preservar el entorno.

El Ranchito

Esta comunidad cuenta con abundantes espacios repletos de vegetación silvestre, zonas de cultivo y una atmósfera tranquila. Para los amantes de actividades como el senderismo o recorridos en ATV aquí encuentran veredas y caminos para explorar, extendiéndose incluso hasta Las Casitas, donde es posible vislumbrar furtivamente a las especies ganaderas propias de la región. Después de la lluvia, también es posible encontrar cauces que se suman a las experiencias en contacto con la naturaleza.

Caduaño

Actualmente, uno de los puntos destacables de la comunidad es la iglesia dedicada a Nuestra Señora de Fátima, ubicada frente a la plaza pública de Caduaño. Sin embargo, en el pasado fue popular debido al cultivo de caña de azúcar; esta actividad permitió que se produjera panocha de gajo, piloncillo, melcocha y guarapo o jugo de caña.

Por una vereda cercana, vive José María Ojeda Castro, mejor conocido como “Don Chema”. Hornea un panecillo llamado pan bache, espolvoreado con azúcar. Se dice que la receta tiene su origen en las tradiciones culinarias de los misioneros franciscanos que habitaron en la California del Sur. El pan bache es muy popular y Don Chema lo elabora de forma artesanal.

El recorrido hasta su horno, al interior de la zona de rancherías, es toda una experiencia. La charla con él y su familia que también participa en la elaboración del pan bache, son momentos muy amenos. Ser testigo del proceso es una experiencia encantadora que muestra una de las tradiciones sudcalifornianas.

El Chapuli

Luego de las lluvias, el arroyo que da paso a la comunidad se abastece con agua, convirtiéndose en otra zona donde los visitantes pueden presenciar el recorrido debajo de una abundante vegetación, compuesta por árboles frondosos como huamúchiles, palo verde y mezquite. Es una excelente opción para conocer una cara diferente de Los Cabos.

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