Destino Remoto: Lugar de Privilegio

Aquellas veredas por donde el nativo con pies descalzos y frailes jesuitas con toscas sandalias caminaron, es precisamente lo que se conoce como el Camino Real de California. Espacio de comunicación que fue clave durante la conquista espiritual y en la actualidad esos caminos y veredas conducen a distintos espacios remotos donde se preservan comunidades sudcalifornianas.

Los destinos remotos son lugares tanto próximos como muy lejanos. El lugar remoto conserva esa posibilidad real de lo desconocido, es decir, todo aquello a lo que nunca se le puso atención y de pronto aparece… no es un espacio que esté muy lejos, sino que verdaderamente existe un contraste entre la realidad cotidiana y esa otra realidad viajera. Estos lugares son un hospicio para quienes anhelan experimentar un auténtico y transformador momento siendo fieles a su libertad.

San Francisco Javier es un pintoresco oasis en Sierra de la Giganta entre palmeras a orillas del arroyo. Esta región realiza el 3 de diciembre una de las ferias sudcalifornianas más antiguas (se dice 300 años). Existen otros elementos arquitectónicos como son los canales hidráulicos y sus pilas; por otro lado, el cultivo de la vid y el olivo. Algo que resulta admirable en ese paraje es, sin duda, la sensación de grandeza, donde el desierto es verdaderamente un paraíso.

San José de Comundú es la única iglesia sudcaliforniana con tres naves; de hecho, Jordan llamó a este lugar como el último paraíso de la tierra, donde no sólo el paisaje es hermoso, sino también, la producción abundante: caña de azúcar, olivos, vides, palmas y datileras. Un viaje por estos espacios distantes remite a tiempos inmemoriales, de los que nadie tiene remembranza, pues están más allá de la historia; sin embargo, están presentes en la imaginación y, sobre todo, en el misticismo.

Incluso si no tienes un conocimiento antropológico o experto en arte o arquitectura, aún puedes notar las características arquitectónicas únicas de estos edificios misioneros que harán que tu viaje, tus videos y tus fotografías sean más valiosos. ¿Cuáles son las características arquitectónicas que hacen que estos edificios misionales sean tan especiales?

El Templo monástico: nave, techado comúnmente con bóveda. Claustro: al lado derecho del templo, de dos pisos, con los servicios: sala capitular, cocina, caballerizas, dormitorios, biblioteca, con una fuente pozo en el centro. Atrio monumental: al frente del templo, formado por una gran explanada, en el centro existía generalmente una cruz. Capillas pozas: así llamadas porque ante ellas se paraban las procesiones. Eran pequeños pórticos que se construyeron a menudo en los cuatro ángulos del atrio. Capilla abierta: conocida como “capilla de indios”, situada comúnmente al lado del templo monástico, que forma una construcción independiente o se integra al claustro.

Un error sería pensar que la iglesia era la misión. El complejo de la misión servía como centro religioso, así como centro de formación profesional; también un centro económico para comercio y producción de cultivos que provenían de tierras cercanas, además para ganadería y agricultura. El esplendor arquitectónico de las misiones es una parte del pasado romántico, unido al canto y a la poesía.

En el siguiente recorrido prepárate para profundizar en las maravillas arquitectónicas de las misiones; charla con sus pobladores y escucha sus anécdotas, percibe su filosofía campirana, su lenguaje directo; pero, sobre todo, la forma de percibir al mundo: seguramente encontrarás algo que no habías imaginado y que es un perfecto alimento al espíritu.

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