Un poco de historia…

Población y trabajo 1885-1920

Tener una población estable en Santa Rosalía fue la mayor dificultad a la que se enfrentó la compañía francesa El Boleo. En el año de 1885 cuando Rothschild obtuvo la concesión de los once fundos mineros, la población estaba compuesta por 250 trabajadores, hombres solos: la mayoría yaquis, 80 franceses y cinco nativos de Guaymas.

Los extranjeros vivían en tiendas de campaña junto a las minas. Los yaquis en barracas que ellos construían.

Las poblaciones aledañas, San Ignacio y Mulegé, se redujeron significativamente en el último tercio del siglo XIX debido al azote de fuertes epidemias de viruela y sarampión; lo que prácticamente diezmó la mano de obra en la zona.

A pesar de la situación, en 1885 se inició intempestivamente un proceso de contratación en las costas vecinas de Sonora y Sinaloa, asunto que con altas y bajas fue ininterrumpido hasta 1903.

La tarea emprendida en 1885 por el capital francés, que consistió en la construcción de un pueblo y modernizar de la industria minera, dio lugar a la inmigración de las comunidades campesinas de Jalisco, Sonora y Sinaloa.

En menos de dos años se construyó – utilizando maderas canadienses – el poblado principal de Santa Rosalía.

Santa Rosalía fue el corazón y cerebro para El Boleo, pues en su área se instalaron las oficinas administrativas, la fundición y el puerto; también era el centro de recepción y distribución de insumos para la producción, así como de alimentos. Las minas de donde se extraía el cobre se encontraban en los alrededores.

El desarrollo de la minería fue tan importante que la población creció enormemente; pasó de 250 habitantes en 1885 a 4.000 trabajadores en 1887 y se distribuyeron por toda la zona. A partir de 1900, la minería sirvió para sustentar a una población de más de 8.000 personas, incluidos 200 europeos.

Como se ha señalado antes, el mayor reto para la Compañía El Boleo era proveerse de fuerza de trabajo, considerando la ubicación geográfica del mineral, ligada a las condiciones climáticas y la falta de área cultivable capaz de producir bienes de consumo necesario para alimentar a los trabajadores. 

Población de la tercera edad alrededor de 1960

Durante la década de los 60’s, hubo un incremento en la población de la tercera edad. Entonces se recordó al número de personas que se mudaron a Santa Rosalía para trabajar en El Boleo.

Mario Mengheni, el párroco a cargo de la iglesia se percató que muchos ancianos carecían de un hogar digno, donde pudieran vivir cómodamente la última etapa de su vida, quienes en su momento fueron el motor de la industria minera.

Un grupo de religiosas y personas de la comunidad buscaron un sitio que les sirviera de refugio. Al principio residieron en casa de Ángeles Lugo. Después se mudaron a una construcción ubicada en la Capilla de Fátima debido al incremento de residentes.

Cuando se requirió un espacio más grande, se trasladaron el 5 de diciembre de 1964 al sitio en el que permanecen en la actualidad. El grupo se constituyó legalmente el 1 de enero de 1963 como una organización benéfica.

Hogar del Anciano San Martín de Porres 2022

Desde aquellos años alrededor de 1960, personas de la tercera edad encuentran asistencia integral, compañía en un ambiente familiar, armonioso y cariñoso donde conviven en paz y son atendidos en materia de salud, hospedaje y alimentación. La atención es proporcionada por voluntarios.

Supimos de este lugar a través del padre Jorge Ramírez López, con quien intercambiamos correos electrónicos y nos comprometimos a visitarlos cuando tuviéramos un recorrido por Mulegé para conocer su labor y apoyarlos desde Los Cabos.

Dar una vuelta por Santa Rosalía para visitar el Hogar del Anciano San Martin de Porres nos dio la oportunidad de valorar el trabajo de las personas que participan en esta importante causa. Trasmiten un compromiso que impulsa y anima la vida misma, inspirando a la población a preocuparse por las necesidades del adulto mayor y dando el primer paso para brindarles una óptima calidad de vida.

La amable Dora Patricia Moreno Martínez, fue nuestro contacto, ella supervisa el área administrativa. Nos explicó las diversas formas en que todos podemos contribuir a la causa:

Insumos en el área de nutrición:

  • Huevo, avena, frijol, arroz, aceite, maicena, café, azúcar, carne, pollo, pescado, leche, plátano, manzana

Insumos de higiene personal:

  • Jabón corporal, desodorante, crema corporal, talco, rastrillos, champú, toallitas húmedas, pañales para adulto

Necesidades básicas de la institución en especie:

  • Camas hospitalarias, sillas de rueda, lavadoras y secadoras, pañales, sillas reclinables para sala de estar

También es posible apoyar con donativos en efectivo para mejoras, restauración y mantenimiento del edificio.

Objetivo:

Cubrir las necesidades básicas y la integración social, manteniendo su aspecto físico, emocional y social en un estado saludable.

Visión:

En el 2024 ser una institución especializada en el campo geriátrico y gerontológico, que maximice el bienestar de los adultos mayores, su familia y la comunidad.

Misión:

Brindar servicio de asistencia social con calidad y caridad a personas de tercera edad, haciendo un ambiente familiar para quienes estén en condiciones de vulnerabilidad social, en abandono o desamparo total o parcial.

 

Dirección:

Calle Miramar S/N

Col. Mesa México

Santa Rosalía, BCS 23920

 

Cuenta:

Banamex

Sucursal 291 No. de Cuenta 7826

Clabe interbancaria 002046029100078263

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