Cuando se habla de pinturas rupestres en Baja California Sur, el norte de la península es reconocido por las muestras del gran mural en Sierra de San Francisco o la cueva de San Borjitas (también llamadas San Borja o San Borjita) en la Sierra de Guadalupe por ser las más grandes representaciones de arte prehistórico.
Sin embargo, la subdelegación de Santa Anita en San José del Cabo también presenta vestigios de arte sobre piedra que data de al menos 3000 años de antigüedad. Las huellas de pequeñas manos, líneas largas, puntos y algunos animales monteses como lagartijas adornan la superficie de una enorme roca ubicada al interior de Ramal de Los Naranjos, en una ubicación de lo más extraordinaria.
Con un magnetismo prodigioso, el lugar atrae por la obra de los edues o coras, grupo indígena que habitó el sur de la península hasta su extinción. Al visitarlo es inevitable imaginar la cotidianidad de las poblaciones que alguna vez caminaron por estos arroyos y veredas.
A medida que curioseas por cada sendero, las cascadas, la vibrante vegetación y las enormes rocas blancas llenan de asombro e inspiran para apreciar la belleza de la serranía, es inevitable sentirte diminuto ante la grandeza del mundo natural que te rodea.